Hace poco visité un local de Starbucks ubicado en un centro comercial, y quiero compartir una breve reseña basada en esta y otras experiencias previas.
Starbucks ofrece principalmente café, aunque también tiene una variedad de productos complementarios como tés, sándwiches, postres y snacks. Un café en Starbucks suele ser más caro que en otros lugares, pero la marca no solo vende café: vende una experiencia.
Los locales de Starbucks están diseñados para ser cómodos, iluminados y espaciosos, como uno que visité, de unos 80 metros cuadrados. Predominan los colores cálidos y suaves, como el marrón claro y el negro, que evocan una sensación de calma y sofisticación. También cuentan con mesas tanto dentro como fuera del local, donde es común ver a personas reunidas en parejas o pequeños grupos, ya sea para estudiar, trabajar, tener citas o simplemente conversar. Es raro ver a alguien solo, sin hacer otra actividad.
El ambiente está cuidadosamente pensado: desde la música relajada hasta el aroma a café que se siente al entrar, pasando por los carteles de estilo campechano que refuerzan la sensación de cercanía y familiaridad.
Modelo de negocio de Starbucks
Starbucks no compite simplemente por vender café: su modelo de negocio se basa en crear un "tercer lugar" entre el hogar y el trabajo, donde la gente quiera quedarse. La empresa cobra un precio premium no solo por el producto, sino por el ambiente, la atención al cliente, la consistencia de la experiencia y la imagen de marca asociada al estilo de vida moderno. Además, Starbucks diversifica sus ingresos vendiendo también merchandising (como tazas y termos), café en grano, cápsulas para el hogar, y productos a través de alianzas con supermercados.
En resumen, Starbucks no solo vende café; vende comodidad, pertenencia y una experiencia agradable que hace que la gente quiera volver.
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